Insaciables
las ganas de tenerte.
Insaciables
las ganas de embarcar
de navegar en tu piel
y perderme,
de que me busques
y juguemos al escondite
en un desempate eterno.
Insaciable
tu gusto
porque no he terminado de comerte
cuando ya quiero el próximo bocado.
Me acaricias
y empieza el deshielo,
eres peligroso
y yo quiero vivir en tu fuego.
Candente,
con el pelo alborotado
me miras
con ojos voraces
y me invitas a tocarte
a aprenderme tu piel
palmo a palmo,
primero con cautela
hasta que desatas nuestros instintos
y ahí no hay vuelta atrás.
Privilegio enredarme en tu pelo
adrelina la de ir sin cinturón de seguridad.
Agonía y placer soñarte
insaciable tocarte.